La cultura gitana se distingue por su fuerte conexión con la naturaleza, los elementos y el misticismo.
El símbolo del Sol encarna vitalidad, fuerza y energía, con un aroma perfecto para momentos de claridad mental y renovación. Por su parte, el símbolo de la Luna nos guía hacia el equilibrio emocional, ideal para momentos de meditación, introspección o para relajar el ambiente al final del día, promoviendo una profunda sensación de paz.