Este año, el solsticio de invierno del hemisferio norte tendrá lugar el 21 de diciembre a las 10:02 UTC (11:02 en hora peninsular española).

La noche del 21 de diciembre podremos disfrutar de la gran conjunción de los dos planetas. No ha ocurrido un acercamiento como este en casi 400 años, deberás de considerar que será hasta el 31 de octubre 2040 cuando este suceso pueda repetirse.

Un regalo anticipado justo antes de Navidad, cuando dos de los planetas más brillantes del sistema solar, Júpiter y Saturno, comiencen una danza celeste que los colocará a poca distancia el uno del otro en el firmamento nocturno.

Lo mejor de todo es que el espectáculo, que será visible desde todo el mundo, se puede disfrutar sin ningún equipo especial: solo hay que mirar hacia el sudoeste en cuanto anochezca.

Júpiter, con sus cuatro lunas brillantes, y Saturno, con sus anillos característicos, serán visibles a la vez.

Algunas civilizaciones aprovechaban la energía del solsticio de invierno para provocar la regeneración, autorreflexión y renovación del espíritu. Por ejemplo, durante la época pagana el solsticio era conocido bajo el nombre de Yule, una celebración dedicada a la energía de la Luna, la cual se decía que iba a dar a luz al Sol.

En muchas ocasiones se relacionó el solsticio con el nacimiento del sol espiritual interior. En cierto sentido es el renacer de la tranquilidad del alma, de aquella oportunidad de mirar hacia nosotros mismos y concentrarnos en sanar nuestra energía para crear un despertar personal. 

Comenzando porque ese día (el 21 de diciembre) entraremos a la era de Capricornio, se presentará el solsticio de invierno y será la noche más larga del año, por esa razón, estará cargada con mucha energía que nos hará más amables y receptivos al cambio.

La Navidad es temporada de dar y dado que la Gran Conjunción sucede en el signo humanitario de Acuario nos anima a vibrar en el sentido del bienestar colectivo y hacer del mundo un lugar mejor.

La mejor noticia de todo esto es que nos ayudará a aceptar las poco convencionales festividades decembrinas del 2020. Y es que para todos es frustrante pensar que, a consecuencia de la pandemia del coronavirus, los planes habituales se ven alterados.

Mercurio en Sagitario intensifica la explosión de energía en el mundo de Aries, que se prepara para recibir el solsticio de invierno en Capricornio con una gran capacidad intuitiva. Conviene que pongas freno a tanta actividad para centrarte en el qué y en el por qué, o corres el riesgo de acabar perdido en la confusión. Una buena terapia para Aries estos días consiste en hacer balance del año desde una perspectiva constructiva. Las relaciones humanas pasan por una fase de estancamiento, concentrarte en el crecimiento personal y en tus proyectos.

Este solsticio de invierno para Tauro significa dejar atrás una fase de aceleración para volver a la calma que necesitas. Los nativos de este signo han acumulado mucho estrés que ahora necesitan convertir en energía positiva, y no podrán hacerlo sin un espacio de autonomía y soledad. Tienes que preguntarte muchas cosas, alcanzar una dimensión más espiritual y conectar tu mente con el alma y el cosmos. Es un momento para la meditación. Pero el solsticio anuncia también un nuevo despertar sexual que debes atreverte a descubrir.

Géminis llega al solsticio de invierno en Capricornio tras una fase muy comunicativa en la que la comunicación fluyó de forma extraordinaria. El nuevo período lanzará a los nativos de este signo hacia la comprensión de lo que hasta ahora permanecía oculto y la revelación traerá comodidad y calma para el espíritu. Pero el solsticio de invierno es una bisagra entre las dos fases y con él aprenderás a alejarte de lo superfluo para centrarte en los cambios que necesitas llevar a cabo. Crece la inclinación hacia los placeres, pero también la inteligencia y la personalidad.

Los nativos de Cáncer vivirán una evolución fascinante durante este solsticio de invierno. La transición de Saturno de Capricornio a Acuario lleva las relaciones personales de los cancerianos hacia un estado más armónico: las discusiones y el estrés dejan paso a la amabilidad y la compresión. Afloran sentimientos positivos como la generosidad y eso permite el crecimiento interior desde el reconocimiento del propio ser. Aumenta la autoestima. Cáncer se reencuentra con su lado más lunar, con su auténtica naturaleza.

Los nativos de Virgo encontrarán en este solsticio de invierno del 21 de diciembre el retorno al orden que tranquiliza el espíritu y favorece la concentración. Se abre un momento ideal para planificar proyectos. Virgo recibe una gran iluminación que despierta su inteligencia y enciende el genio. Aparece un gran torrente de creatividad que puede convertir en obras inspiradores, pero al mismo tiempo tienes que ganar en personalidad: aprender a encajar las críticas sin perder la autonomía. Virgo entra en una fase de gran conexión amorosa.

Libra sentirá que los cambios se aceleran en el entorno, pero la energía que emana del universo con la entrada del Sol en Capricornio para Libra traerá entendimiento para alejar la confusión. Comprender estos cambios es esencial para aprovecharlos. La perspectiva se mueve radicalmente y las ideas fijas se mueven, algo que se transmitirá sobre todo en las relaciones personales. Las decepciones te harán abrir los ojos, pero también las sorpresas agradables, y aprenderás a diferenciar las personas prescindibles y escoger a tus compañeros de viaje para el futuro.

La transición astral lleva a Escorpio a un estado más intelectual y menos terrenal, lo cual puede alejarte de tu entorno. Pero a la vez puede ayudarte a descubrir quién eres realmente. Tus gustos cambiarán, también tus aficiones. Y la necesidad de evolucionar te liberará del miedo. El solsticio de invierno del 21 de diciembre de 2020 para Escorpio significa el adiós a las ataduras y la bienvenida a la voluntad que te permite la libertad. Serás un ser más satisfecho contigo mismo, aunque por el camino tendrás que sacrificar cosas muy valiosas.

Los nativos de Sagitario verán en el solsticio de invierno una superación de las preocupaciones por las cosas materiales que pueden ser la primera piedra hacia una nueva fase mucho más espiritual. Pero además se aclara la conciencia y mejora la recepción intelectual, al mismo tiempo que aflora la curiosidad por los conocimientos nuevos. Son días perfectos para el recogimiento, la meditación, la lectura, para introducirte en temas religiosos y filosóficos que te muestren el mundo de otra manera y te ayuden a evolucionar como ser humano.

La entrada del Sol en el signo de Capricornio lleva a los nativos de este signo a consolidar el momento de energía en el que se encuentran, pero también puede introducir un momento de desorientación. Es más necesario que nunca que recuperes el norte y establezcas el eje de tu propia personalidad. El éxito puede deslumbrarte, y las relaciones humanas se envenenan. Recupera tu lado más racional. Por delante vienen meses muy intensos y llenos de cosas buenas, pero necesitas encontrarte contigo mismo para ser más fuerte.

Acuario debe estar preparado para afrontar los sacrificios personales que requiere el viaje hacia la felicidad. Alcanzar la cima pedirá renuncias, y también una renovación personal llena de conflictos internos. Las preguntas aumentan la ansiedad, y el pánico aparece ante la incertidumbre. Es necesario que aprendas a confiar en tu instinto, en tu genio interior, que descubras en ti la luz que te guía. El solsticio de invierno ayuda a Acuario a depender menos de los demás y de las circunstancias, aunque a veces cueste desprenderse de las cosas.

Este solsticio de invierno es muy revelador para Piscis, que verá con mayor claridad los errores cometidos últimamente para iniciar un camino de perfección y mejora. Debes hacerlo con tranquilidad y siendo benevolente contigo mismo. No te castigues. Muchas personas en tu entorno querrán ayudarte. Después de este momento de sanación verás delante de ti un futuro muy prometedor. Los nuevos tiempos están llenos de esperanza para Piscis. Todo requerirá mucho esfuerzo, pero la recompensa será gratificante.

El solsticio de invierno es una oportunidad para recargar energías. Es un cambio de estación pero también una transición que anuncia la llegada de la abundancia. El 21 de diciembre es el día más corto del año y la noche más larga, y existe una larga tradición de rituales mágicos para el solsticio de invierno que nos llegan de las culturas antiguas. 

Para hacerlo puedes poner un pequeño altar con piñas de pino, hojas secas, velas, muérdago... es decir, frutos y hojas que representen al invierno y una vela que simboliza la luz que nace y que te guiará.

Para aprovechar la energía del solsticio de invierno debes estar relajado y en actitud de meditación. 

Prende la vela y medita, visualiza..... aquellas cosas que te gustaría cambiar de ti mism@, y tus deseos para el futuro. 

Piensa en ellos, recita una oración de agradecimiento y petición para que los seres de luz te bendigan con el don de la realización.